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El rostro de Dios, anunciado por Jesús, que deseamos presentarle (darle a conocer) al mundo es el de la Providencia de Dios, la cual se traduce por una presencia de amor y de acción concreta hacia toda la creación y las personas (los seres) sobre la tierra.
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Para intervenir sobre los eventos que suceden en la sociedad y en la vida de las personas a través de la historia, creemos que Dios actúa por medio de los humanos. Jesús es el regalo más hermoso que Dios le haya hecho a la humanidad. A través de Jesús, Dios realiza la salvación de los hombres y propone un camino que nos permite desarrollar lo mejor de uno mismo. Dios Providencia actúa también por medio de ciertas personas, especiales (que se destacan) o comunes como usted y yo, quienes por su lucidez, por su confianza y por su ánimo/valentía, abren nuevos caminos que guían a la gente hacia más amor, justicia y libertad.
Además de revelar la Providencia, queremos proyectar la compasión; sentimiento que nace al ver María (la Virgen) al pie de la cruz de Jesús. María siempre estuvo al lado de Jesús, tanto en los momentos de alegría como en los momentos difíciles. Sin embargo, es al pie de la cruz, cuando Jesús vive su mayor sufrimiento (prueba), que María se convierte en el modelo que nos motiva (que nos da ánimo) en nuestra misión de compasión con los pobres.
Para nosotras, la compasión es más que un sentimiento de lástima frente al sufrimiento de otra persona. Sentimos la compasión como una energía espiritual que nos lleva a tratar de disminuir el sufrimiento del otro, en la medida de lo posible, e incluso a simplemente estar presente y ofrecer un apoyo, aunque nada se pueda hacer. |
